En un SilverTalk anterior hablamos de los Fondos de Inversión y el Private Equity como alternativas que tienen las empresas para obtener capital y financiar su crecimiento, viendo a detalle en qué consisten y cómo pueden ser útiles para tu negocio.
Los fondos de inversión y el private equity son dos alternativas financieras clave para empresas que buscan capital, crecimiento o reestructuración. Aunque comparten similitudes, tienen diferencias importantes en su enfoque y estrategia. En esta ocasión profundizaremos en los mecanismos y estructuras de entrada que prefieren los inversionistas y casos de éxito en la realización de estas transacciones.
1. Fondos de Inversión: Participación Flexible
Son vehículos que agrupan capital de distintos inversionistas para invertir en activos como acciones, bonos, startups, bienes raíces, etc. Estos suelen ser más flexibles en su participación y no buscan controlar la empresa, sino obtener rendimientos a través de la apreciación del valor de sus inversiones o de dividendos. Estas son las formas más comunes en que participan en las empresas:
- Acciones o Participaciones Minoritarias: Los fondos de inversión suelen adquirir acciones o participaciones en la empresa, pero en una proporción minoritaria, obteniendo beneficios si la empresa crece, pero sin involucrarse en la gestión diaria.
- Instrumentos de Deuda Convertible: Algunos fondos prefieren invertir a través de instrumentos como bonos convertibles, que les permiten prestar dinero a la empresa con la opción de convertir esa deuda en acciones en el futuro. Imaginemos que un fondo invierte $1 millón en bonos convertibles en una empresa. Si la empresa crece, el fondo puede convertir esos bonos en acciones y participar de las ganancias.
- Fondos Especializados en Sectores: Algunos fondos se enfocan en sectores específicos (tecnología, bienes raíces, energía, etc.) para invertir temporalmente, y vender sus acciones cuando la empresa alcance un mayor valor.
2. Private Equity: Participación Activa y Control
El private equity, por otro lado, es una forma de inversión especializado que suele buscar una participación más significativa en la empresa, a menudo influyendo en su gestión y estrategia con el objetivo de revalorizarlas y venderlas con ganancias. Estas son las formas más comunes en que participan:
- Adquisición de Participaciones Mayoritarias: Los fondos de private equity suelen adquirir una participación mayoritaria en la empresa, lo que les da control sobre las decisiones estratégicas, como la expansión, reestructuración o venta de la empresa.
- Joint Ventures o Alianzas Estratégicas: En algunos casos, se forma una alianza con los dueños actuales de la empresa, compartiendo el control y los riesgos. Esto es común en proyectos de expansión o internacionalización.
- Compra Total de la Empresa: En ocasiones, los fondos de private equity adquieren el 100% de la empresa, especialmente si buscan reestructurarla o prepararla para una venta futura.
- Capital de Crecimiento (Growth Equity): Algunos fondos de private equity se especializan en empresas ya establecidas, pero con alto potencial de crecimiento. En estos casos, no buscan control total, sino una participación significativa.
Por ejemplo, un fondo de growth equity invierte $5 millones en una empresa de software en expansión, adquiriendo el 30% de las acciones. Luego, trabaja con la empresa para escalar operaciones y aumentar su valor.
Una vez que entendemos las formas en que participan en las empresas, veamos como en el mundo de los negocios existen varios casos de éxito de empresas que resurgieron o mejoraron su situación gracias al uso de alguna de estas alternativas de captación de capital, entre ellas podemos mencionar los siguientes casos:
El caso de Starbucks

La compañía enfrentaba caídas en las ventas, exceso de expansión y competencia creciente, por lo que, en 2008, durante la crisis financiera, el fondo de capital de riesgo Highland Capital Partners invirtió US$250 millones a través de la compra de bonos convertibles. Esta inyección de capital ayudó a Starbucks a evitar una dilución accionaria inmediata mientras obtenía liquidez, además de que, ayudó a la empresa a reenfocarse en su estrategia central y mejorar su rentabilidad, lo que conllevó a que, en los años siguientes, su valor de mercado aumentara significativamente, beneficiando tanto a la empresa como a sus inversionistas.
El caso de Dell Technologies

Dell enfrentaba desafíos en el mercado de computadoras debido a la caída en ventas de hardware, presión de accionistas que buscaban mayor rentabilidad a corto plazo y la necesidad de transformarse hacia soluciones empresariales (software, servidores, cloud).
En consecuencia, en 2013, Dell Inc. fundada por Michael Dell protagonizó una de las mayores adquisiciones apalancadas (LBO) de la historia, liderada por Michael Dell en asociación con el fondo de private equity Silver Lake Partners por US$24,900 millones. Esta transacción le brindó a Dell la flexibilidad para reestructurarse lejos de la presión de los mercados públicos. Posteriormente, Dell adquirió EMC Corporation en 2016, creando Dell Technologies, una de las mayores empresas de tecnología del mundo.
La elección entre fondos de inversión y private equity depende de las necesidades de la empresa y del nivel de participación que esté dispuesta a ceder. Mientras los fondos de inversión ofrecen capital sin interferir en la gestión, el private equity aporta no solo dinero, sino también expertise y control para impulsar el crecimiento. En ambos casos, es crucial negociar acuerdos claros que protejan los intereses de todas las partes.